En la confusión en que estamos viviendo y en el mundo con muchos problemas, especialmente por el COVID 19, creo debemos pensar en tener una actitud positiva y de servicio, ya que eso nos llevará a contar con la serenidad y seguridad sobre nuestra persona en todas nuestros compromisos y acciones.
Por lo tanto, me es indispensable invitarlos a pensar y plantearnos algunas preguntas:
¿Dónde ha estado mi mente todos estos días, tal vez mi respuesta es no lo sé, pero el tiempo se ha ido, y tengo que insistir en ver si he obtenido algún beneficio o algún provecho de toda esta crisis? ¿cómo ha sido mi actitud de colaboración en este tiempo? ¿he aportado algo a mis compañeros o a la empresa para hacernos sentir mejores, tanto como personas como colaboradores de la misma? ¿he pensado en las necesidades de los que me rodean? ¿he valorado que tengo un trabajo? Recordemos que muchas o la mayoría de las empresas han suspendido labores, o tal vez algunas están produciendo la mitad, otras casi nada o nada, esto ha sido terrible para las mismas, como para las personas en general. Quien no ha caído enfermo está con el temor o el miedo acechándolo, y esto es algo insólito para la humanidad, algo que nunca nadie ha vivido en mucho tiempo, inimaginable, y que por lo que, cualquier descuido nos puede llevar a la postración por el contagio de la enfermedad.
Existen casos en que para los más necesitados ha sido una frustración total, que, sin recursos, y sin nada con que afrontarlo han sufrido graves consecuencias, y es en ese momento en que yo me debo cuestionar, ¿me he involucrado hasta donde me es posible en ayudar?
A la vez debo pensar: ¿es una obligación humana, el que yo debo aportar algo, Y si lo he hecho o quiero hacerlo como lo debo hacer? Sería una actitud realmente humana el sentir que los que están a mi lado o mis compañeros pueden tener necesidades que nosotros posiblemente no alcanzamos a percibir, la actitud de servicio y contar con una mayor apertura hacia todas las personas, de tal manera que puedan percibir todo mi apoyo sincero, aunque sea de ánimo, sin pensar por ahora en lo material.
O tal vez soy yo quien necesita de esas palabras de aliento, y entonces nuestra actitud deberá de ser de humildad para ser capaces de solicitar ayuda.
Estos cuestionamientos, me tendrán que llevar a adquirir mayor conciencia del tiempo que estoy viviendo, hacerme mucho más responsable y valorar el hecho de que aún tengo trabajo, y que por ello debo entregarme más a él, no importando que le tenga que dedicar más tiempo, y así el crecimiento de todas las partes, nos lleve a la conclusión de que le hemos sacado algún provecho a esta PANDEMIA.
El tiempo ha pasado, pero ese mismo tiempo se repite para poder saber que mi compromiso, deberá DE SER MÁS SERVICIAL Y ENTREGADO POR LOS DEMÁS.
¡Que tu carta de presentación sea cada vez más y mejor y la encuentres en la alegría de servir!
VLT